Entrevista a Hugo Biagini
El aporte del pensamiento alternativo latinoamericano en las nuevas democracias. Entrevista realizada por Alex Ibarra a Hugo Biagini.
Hugo Biagini (H.B.) Este fil贸sofo argentino es uno de los autores m谩s prol铆ficos en torno a la reflexi贸n de las ideas nuestroamericanas y tambi茅n es uno de los principales animadores de redes intelectuales que proclaman la integraci贸n latinoamericana como tambi茅n la agrupaci贸n de intelectuales alternativos. Actualmente es el Director del CECIES con sede en Buenos Aires, investigador del Conicet y docente de la Universidad de Lan煤s.
Alex Ibarra (A.I.): Profesor Biagini despu茅s de varias conversaciones y discusiones es el momento propicio para realizarle una entrevista m谩s formal que sirva como testimonio a su destacada trayectoria. Quisiera partir preguntando lo siguiente: 驴Reconoce usted que en los a帽os de su formaci贸n filos贸fica formal exist铆a a煤n un escaso reconocimiento a la filosof铆a latinoamericana dentro de la instituci贸n acad茅mica? Digo esto debido a que su tesis de grado, en alg煤n sentido, pretende abordar parte del pensamiento del fil贸sofo moderno europeo Locke. 驴Cu谩l es su motivaci贸n para dedicar parte de su trabajo a este autor?
Hugo Biagini (H.B.): Durante esa etapa formativa, el inter茅s por la filosof铆a en general no logr贸 el auge que hab铆a alcanzado con el Primer Congreso que tuvo lugar en Argentina hacia 1949, cuando se reunieron all铆 muchas figuras internacionales. Aunque las motivaciones contextuales de la declinaci贸n hay que profundizarlas con estudios ad hoc 鈹como los de la sociolog铆a del conocimiento鈹, en el caso espec铆fico de la filosof铆a latinoamericana una de las pistas intra-acad茅micas puede rastrearse en el hecho de que hasta el mismo conductor de la gravitante Universidad de Buenos Aires, el fil贸sofo Risieri Frondizi, descre铆a de un filosofar estricto fuera del cl谩sico cauce occidental. Luego advino el sensible giro que Arturo Andr茅s Roig le imprime al americanismo filos贸fico, el cual, m谩s all谩 de algunas individualidades, no hab铆a concitado la misma aceptaci贸n que obtuvo en M茅xico.
La tesis aludida, de 1972, no fue de grado sino doctoral, y la elabor茅 como becario del CONICET bajo la direcci贸n de un fil贸sofo de alto calibre pol铆tico, Rodolfo Agoglia, durante un per铆odo en el que resultaba muy arriesgado incursionar tanto en la problem谩tica regional 鈹revoluci贸n cubana mediante鈹 como hasta en el mismo pensamiento europeo contempor谩neo. El encuadre cr铆tico que asum铆 para examinar a uno de los principales inspiradores del liberalismo me permiti贸 confluir, a la larga, en sus variantes doctrinarias actuales y hallarme en situaci贸n de contrastarlas con aquellas tendencias hom贸logas que se dieron dentro del pensamiento latinoamericano.
A.I.: Si consideramos su trabajo intelectual, en cuanto a las referencias de autores europeos, no hay una presencia tan marcada en cuanto recurrir a ellos como fuente de autoridad. Sin embargo, hay varias referencias a autores identificados con el mayo franc茅s y con el llamado neomarxismo. 驴Podr铆a explicitarnos su inter茅s en estos autores?
H.B.: En efecto, a medida que las circunstancias nos llevaron a concentrarnos en nuestras expresiones end贸genas, me fui inclinando hacia los nuevos c谩nones que ven铆an a cuestionar un eurocentrismo desencarnado y hegemonista, o a veces encubierto bajo la forma de una paralizante ex茅gesis escol谩stica. Todo lo cual lindar铆a con el atrincheramiento en postulaciones no ajenas a este tenor: si los fil贸sofos nordatlanticos se desentienden ol铆mpicamente de nosotros, por qu茅 tendr铆amos que leerlos y seguirlos al pie de la letra, tal como ha sucedido de consuno en casi toda nuestra trayectoria intelectual. Se produjo algo as铆 como la negaci贸n reactiva de los negadores, de aqu茅llos que, aun entre los fil贸sofos mayores han distorsionado o subvalorado la americanidad, seg煤n lo patentizaron tantos estudiosos como Todorov o Antonello Gerbi, inter alia.
Sin embargo, seg煤n usted bien observa, para poder adentrarnos en los brotes rupturales sesentistas, tuvimos que abrevar en la obra de un exponente clave como Herbert Marcuse o en la llamada nueva izquierda, los cuales, con su conciencia desgarrada, se abren hacia el Tercer Mundo y acceden al esp铆ritu libertario que atraves贸 por ese entonces al planeta y a nuestro continente en especial.
A.I.: De una manera sencilla me atrever铆a a una simple clasificaci贸n entre sus trabajos historiogr谩ficos y sus trabajos m谩s filos贸ficos. 驴Para usted esto vienen siendo dos momentos distintos de su trabajo o se pueden entender estos dentro de una misma intenci贸n de trabajo intelectual? 驴Lo que quiero decir es si son actividades paralelas o complementarias? 驴Una historia que alimenta a la filosof铆a o una visi贸n filos贸fica de la historia?
H.B.: En los lineamientos investigativos propios del l谩bil terreno que deseamos cultivar, el de la historia de las ideas pueden distinguirse, did谩cticamente, tres 谩reas principales y que se hallan conectadas de diverso modo entre s铆: un plano documentalista, otro hermen茅utico, de disidencia y pol茅mica, y el 煤ltimo que pretende alcanzar resultados epist茅micos m谩s originales.
Si bien se trata un esquema productivista b谩sico dentro de la tarea historiogr谩fica como tal, este entrevistado suyo ha procurado no perder de vista los marcos te贸ricos y categoriales correspondientes, sin alejarse en demas铆a de esa reiterada preceptiva expuesta por Adam Schaff y otros de que, cuando la historia se distancia de la filosof铆a, 茅sta se introduce de contramano por la ventana o por la chimenea; un planteamiento que posee mayor relevancia todav铆a frente a la peculiar ligaz贸n que guarda en principio la socorrida historia de las ideas con el dominio filos贸fico. De tal manera, llegamos a manejarnos con cierta ambivalencia operacional, entre una historia problematizadora y una filosof铆a menos especulativa.
A.I.: Uno de las tem谩ticas m谩s reconocidas en su trabajo de los 煤ltimos a帽os viene a ser aquel que fundamenta uno de sus 煤ltimos libros La contracultura juvenil: de la emancipaci贸n a los indignados el cual ha tenido una amplia recepci贸n. En dicho libro usted advierte sobre el 谩nimo rebelde de la juventud con especial atenci贸n en algunos hechos de la historia latinoamericana. 驴Por qu茅 le interesa resaltar este aspecto juvenil de los procesos de revoluci贸n?
H.B.: Viene aqu铆 a cuento, con ese libro en cuesti贸n, la posibilidad de ejemplificar lo que insinu谩bamos en la respuesta anterior sobre el taller metodol贸gico donde se fraguan los materiales heur铆sticos, interpretativos y aquel otro m茅tier a trav茅s del cual se arriba a diferentes dimensiones de las filosof铆as aplicadas: en ese libro nuestro, a la filosof铆a de la historia, la pol铆tica y la educaci贸n; si realmente lo hayamos logrado o no es otro cantar m谩s. Sea como sea, intentamos partir del subsuelo de la pesquisa testimonial y de las fuentes primarias, donde se trasunta la ideolog铆a juvenilista, para deducir su correspondiente cosmovisi贸n del devenir hist贸rico y social. La perspectiva de la juventud como un factor protag贸nico de quiebre y de cambio aparece tanto emp铆ricamente, en su propio accionar discursivo, como a trav茅s de una dilatada serie de expositores de variadas latitudes, que empiezan a converger hacia el Novecientos y fluyen o refluyen durante el siglo XX hasta nuestros d铆as. Al evocar algunos de esas voces abordadas en el texto tenemos, por ejemplo, aquellas que van desde Rod贸, Ingenieros, Romain Rolland y Walter Benjamin hasta las de Ernesto Guevara o Stephan Hessel, un referente primordial del movimiento de los indignados. El inter茅s en rescatar esta 茅pica etaria se vincula, entre otras razones, con la equivalente necesidad antropol贸gica de que, evitando posturas esencialistas, podamos controvertir la 贸ptica invisibilizadora que se ha urdido sobre ampl铆simas capas de la humanidad: mujeres, indio y afro-descendientes, junto a tanto otro sector identitariamente excluido, como el mismo proletariado, concebido, desde sus or铆genes, como un mero factor reproductivo.
A.I.: Su experticia en los temas del juvenilismo rebelde le hizo ver que las movilizaciones estudiantiles por la gratuidad de la educaci贸n en Chile de los 煤ltimos a帽os eran parte de la continuidad hist贸rica por la exigencia de pol铆ticas alternativas para nuestra 茅poca. 驴Qu茅 rescata de la experiencia de esas movilizaciones ocurridas en Chile?
H.B.: En Chile, el estudiantado, al igual que otros movimientos sociales concomitantes, ha dado numerosas muestras hist贸ricas de su car谩cter avanzado, como lo he puesto en un art铆culo de Universum, la acreditada revista talquina, al cual despu茅s inclu铆 en el libro sobre Contracultura juvenil que usted trajo a colaci贸n previamente. Estamos hablando de un fen贸meno que sobrepas贸 la memorable plataforma de la reforma universitaria 鈥搇anzada hacia 1918 en la ciudad de C贸rdoba鈥, al denunciar hasta el mismo sistema capitalista y propiciar para ello a la revoluci贸n social. En ese libro tambi茅n me ocup茅 de las movilizaciones estudiantiles recientes y de la insospechada magnitud que alcanzaron, pese a la brutal represi贸n que se les opuso. Esas reivindicaciones se han visto impelidas a centrarse en el combate por reconquistar valores elementales como la gratuidad de la ense帽anza p煤blica y fueron libradas a la par de otros pa铆ses que, a su manera, han reclamado democracias menos restringidas que las que han signado al pospinochetismo y a su fuerte lastre conservador. Uno de los aspectos m谩s rescatables de esas demostraciones, como las que se han dado en Europa, consiste en su rechazo a la mercadofilia imperante y en la ardua posibilidad de que, mediante transformaciones institucionales, se logre trascender a una contestaci贸n propia del pensamiento alternativo embrionario, tal como est谩 sucediendo en el heterog茅neo bloque progresista sudamericano; donde la t铆pica rebeld铆a juvenil se focaliza contra portentosos intereses que, para recuperar privilegios y anular notorios avances comunitarios, se empe帽an en desestabilizar a gobiernos aut茅nticamente populares, en cuya protecci贸n se abroquela la misma juventud militante. En tal sentido, deber铆an tambi茅n encaminarse algunas tribunas multitudinarias como el Foro Social Mundial que salen a la palestra para combatir al neoconservadurismo gobernante y oponerse a las privatizaciones a ultranza pero que, con la ca铆da de esos reg铆menes elitistas, tendr铆an que dedicarse a defender las nuevas administraciones, inclinadas a recuperar el patrimonio nacional y los recursos naturales.
A.I.: No s贸lo en este texto que venimos comentando, sino que tambi茅n en otro provocador libro escrito en coautor铆a con Diego Fern谩ndez, El neuroliberalismo y la 茅tica del m谩s fuerte, que el a帽o pasado fue presentado en Chile, usted asume una visi贸n cr铆tica en torno a la ideolog铆a neoliberal. 驴Por qu茅 combate esta ideolog铆a que a muchos parece seducir?
H.B.: Gracias por recordar algo que tambi茅n hemos hecho, pero sin la misma empat铆a con la cual se encar贸 la comentada obra anterior, donde se enfocaron los denodados esfuerzos juveniles por mejorar el mundo y la sociedad. Contrario sensu, en el nuevo libro tuvimos que enfrentarnos con Diego a un perverso enemigo del hombre y la naturaleza: el neoliberalismo. Gracias a la feliz iniciativa de la Fundaci贸n Jorge Millas, efectuamos su presentaci贸n en un territorio tan impregnado por ese ismo como el chileno. Es por ello que le a帽adimos a la obra un posfacio del fil贸sofo chileno Jorge Vergara Est茅vez sobre el ins贸lito influjo de Hayek hasta en la misma constituci贸n de Chile. Durante ese lanzamiento tuve la suerte de departir con quienes nos acompa帽aron en 茅l: viejos amigos como Sergio Vuskovic y Marcos Garc铆a de la Huerta junto a nuevos colegas como Carlos Ru铆z, Braulio Rojas, Osvaldo Fern谩ndez, Cecilia Aguayo y Cristi谩n Vald茅s. La seducci贸n que arrastra el dogma neoliberal puede asimilarse a la fuerza de un canto de sirena como el que sugiere Tom谩s Moulian en su ensayo, El consumo me consume. Nosotros formulamos un planteo te贸rico sobre c贸mo los discursos se estructuran a partir del impactante sentido com煤n, del 茅xito y el fracaso personal, que dan cuerpo al campo de ideas en discusi贸n, mientras proponemos un t茅rmino m谩s leg铆timo como el de neuroliberalismo para designar a una ideolog铆a posesiva y ultraindividualista desde la cual se arriba por un misterio casi divino al bienestar universal, mientras se enmascara la distancia entre menesterosos y potentados, entre ecolog铆a y desastre ambiental. El libro mismo tambi茅n parece contener, en cierta medida, alg煤n poder seductor, pues ha aparecido por separado no s贸lo en Argentina y Costa Rica sino que tambi茅n se nos ha invitado a publicar una nueva versi贸n en el Brasil, para la editorial Nova Harmonia, creada por el fil贸sofo Antonio Sidekum.
A.I.: Debido a que cada vez es m谩s n铆tido su desplazamiento desde lo acad茅mico a lo pol铆tico, 驴cu谩l es su diagn贸stico de los gobiernos latinoamericanos ahora al comienzo del siglo XXI?, 驴advierte usted en ellos alguna propuesta alternativa?, 驴es un modelo que a pesar de las deficiencias ya se comienza a proyectar incluso en los pa铆ses que sufren m谩s la crisis en europa?
H.B.: Perm铆tame diferir un poco e introducir una sutil aclaraci贸n: bajo nuestros innovadores gobiernos alternativos y la din谩mica de la sociedad civil que los acompa帽a, no resulta s贸lo el academicismo, con su dicot贸mica escisi贸n entre saber riguroso y vulgar, ni tampoco ning煤n caso personal aislado, lo que est谩 siendo permeado por el renacimiento vigoroso de lo pol铆tico 鈥搒in remontarse a Arist贸teles, una de las dimensiones m谩s fundantes de la vida humana. Es ahora el mismo pueblo o el cuerpo social en su conjunto el que est谩 recuperando, dentro de un largo interregno primaveral, un poder de convocatoria decisivo, como el de las verdaderas democracias participativas. Asimismo, se puede sostener, como lo he ido propugnando en varios 谩mbitos, la vigencia de una genuina hora americana, ante la viabilizaci贸n de una de nuestras mayores utop铆as: la de la unidad continental, esa inveterada aspiraci贸n nuestroamericana que irrumpe con las guerras independentistas y que reci茅n hoy llega a institucionalizarse, a trav茅s de grandes nucleamientos regionales aut贸nomos y m谩s all谩 de alianzas disolventes como la del Pac铆fico. Tales modelos de autodeterminaci贸n, devenidos durante una etapa posneoliberal, se est谩n adoptando en una Europa postergada por el austericidio鈥 como ha rotulado Mayor Saragoza a las pol铆ticas de ajuste. Con ese trasvasamiento se revierte una vez m谩s el pl煤mbeo predominio del centro sobre la periferia. A ello se a帽ade el surgimiento de agrupaciones partidarias que han podido convertir la espont谩nea protesta contra el establishment en partidos alternativos presidenciables. Termino aqu铆 con un clamoroso se帽alamiento: 驴c贸mo es posible que no se haya hecho carne, todav铆a, una palpable evidencia a la cual me refer铆 en otro lugar?: 鈥淎m茅rica Latina, adem谩s de constituir una fuente de sue帽os, utop铆as, ideas y propuestas alternativas, ha pasado tambi茅n a encarnar un continente de realizaciones sociales y nacionales鈥 (鈥淓l pensamiento alternativo y su g茅nesis鈥, Cuadernos Americanos, UNAM, 146, 2013).
A.I.: En lo personal, reconozco en usted una figura continuadora del pensamiento liberador latinoamericano, por su trayectoria en la difusi贸n de este campo de producci贸n intelectual. 驴Su promoci贸n del pensamiento cr铆tico y alternativo latinoamericano es familiar a la tradici贸n de pensamiento liberador latinoamericano o es un momento de quiebre con respecto a un momento anterior ya no vigente?
H.B.: Gracias por el halago, quiz谩 la misma UNESCO pueda haber estado coincidiendo con ese generoso diagn贸stico cuando tuvo a bien concederme la medalla que lleva el nombre de ese precoz libertador haitiano que fue Toussaint Louverture, por mis hipot茅ticos 鈥渁portes al desarrollo de la reflexi贸n filos贸fica latinoamericana alternativa鈥, seg煤n se asegura en el diploma correspondiente. Para imponerme tal nombrad铆a, acaso ese alto organismo mundial lleg贸 a estimar como relevante el diccionario ad hoc que perge帽amos en colaboraci贸n con el maestro Roig, al celebrarse en Guatemala, hacia el 2012, el d铆a internacional de la filosof铆a, organizado por quien conduc铆a ese organismo en la regi贸n, el Dr. Edgar Montiel. Resulta demasiado aventurado pronunciarse en pocas palabras sobre las disimilitudes y semejanzas que pueden establecerse en un campo intelectual donde hay tanta tela para cortar y en v铆as de indagaci贸n: desde las distintas teor铆as de la liberaci贸n, la no menos polivalente interculturalidad, el giro decolonial y los poscoloniales, la 茅tica de la emergencia, el propio pensamiento alternativo o incluso algunos desprendimientos posmodernistas, sin desestimar a los estudios culturales y otras modalidades m谩s incipientes. Para ello hay que ponderar, entre muchas otras cuestiones, los enfrentamientos internos m谩s o menos abismales, junto a las pol茅micas y refutaciones mutuas, para arriesgar un juicio cabal sobre vertientes que no siempre han sobrepasado el terreno de la gestaci贸n y el an谩lisis pormenorizado. En una abrupta simplificaci贸n, cabe afirmar que todas pueden llegar a aunarse, en mayor o menor medida, bajo el tronco com煤n del pensamiento cr铆tico latinoamericano contempor谩neo y como diferentes variantes suyas. Otra caracter铆stica, relativamente novedosa, tal vez radique en encontrar en ellas una matizada apertura y preocupaci贸n hacia la otredad, por m谩s opinable que esto resulte. Tambi茅n tenemos el significativo hecho de que las mismas hayan adquirido diversas cartas de ciudadan铆a y hayan sido incorporadas org谩nicamente al veleidoso escenario acad茅mico.
A.I.: Finalmente, considerando su conocimiento de las redes intelectuales latinoamericanas desde la direcci贸n del CECIES que ha llevado a cabo hace algunos a帽os, pero tambi茅n desde su inter茅s en la formaci贸n de redes, como por ejemplo: el Corredor de las Ideas del Cono Sur, la Asociaci贸n Iberoamericana de Filosof铆a Pr谩ctica (AIFP), el Grupo de Estudio sobre las Mundialozaciones (GERM), cada uno con su respectivo sitio ol line: www.cecies.org, www.corredordelasideas.org, www.aidefp.org, www.mondialisations.org 驴cu谩les son los desaf铆os principales para la filosof铆a y la intelectualidad latinoamericana en la actualidad?, 驴siente un 谩nimo optimista o pesimista al respecto?
H.B.: Como se trata de una respuesta epilogal y divulgadora a la vez, me voy a extender algo m谩s. Las redes intelectuales han sido creadas, en 煤ltima instancia, para propinarle un fuerte ment铆s a esa intelligentsia globalizada que, acomodaticiamente o no, se pleg贸 al burdo mito sobre el fin de la historia y las ideolog铆as. Con ellas, ha podido renacer la figura del intelectual como la que apareci贸 con el 鈥淵o acuso鈥 zoliano y todos sus adherentes; como un sujeto colectivo que no se refugi贸 en una torre de marfil 鈥搒in menospreciar los m茅ritos que pudo haber tenido la bandera del arte por el arte frente a los valores mercantilistas de la burgues铆a. Estoy refiri茅ndome a sujetos que pueden saltar sobre su propia sombra clasista, ensamblar ciencia y conciencia, y embestir contra las inequidades. Un compatriota suyo, Eduardo Dev茅s, le ha dedicado un libro a esas redes intelectuales y cabe esperar muchas otras contribuciones para una tem谩tica que promueve las alica铆das causas solidarias. Salvadas las rec铆procas diferencias entre esos espacios intelectuales grupales que usted menciona, anida una t贸nica equivalente: junto a distintos encuentros y publicaciones, se han dado cabida all铆 a los pronunciamientos y a un subg茅nero ag贸nico como el del manifiesto, durante una 茅poca nihilista como la de los a帽os noventa, cuando se naturalizaba la afligente problem谩tica social. Frente a ello, nosotros enarbolamos, como principios inalienables, la identidad y los derechos humanos, para replantearnos tambi茅n, como se ha hecho en el Corredor de las Ideas, una integraci贸n latinoamericana con menores grados regionales de desigualdad. (Sobre la trayectoria del Corredor, v茅ase un minucioso texto de Carlos P茅rez Zavala disponible en la web). M谩s datos ilustrativos del accionar de las entidades en juego: durante el V潞 coloquio internacional de filosof铆a pol铆tica que auspici贸 la AIFP junto con CECIES, tuvo ocasi贸n de plantearse otro de nuestros principios constitutivos, cuando el director de GERM, Fran莽ois de Bernard present贸 para su discusi贸n un proyecto universal que ser铆a elevado a las Naciones Unidas para su sanci贸n. Ese mismo grupo ya hab铆a patrocinado un c贸nclave para debatir la Declaraci贸n de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, cuyas conclusiones fueron requeridas por ese propio organismo. Actualmente, estamos por editar, entre GERM y CECIES, un Diccionario cr铆tico de las Mundializaciones sobre la base de los materiales que hab铆a reunido el primero en su p谩gina digital. En cuanto a los desaf铆os m谩s inminentes para la filosof铆a y la intelectualidad latinoamericanas, voy a parafrasear a un viejo fil贸sofo argentino, Alejandro Korn, quien repudiaba la filosof铆a magistral que hac铆a o铆dos sordos a una situaci贸n en la cual, desde Washington, Par铆s o Berl铆n, se dictase el destino de nuestros pueblos. Ergo, poco y nada de una filosof铆a ex catedra, sino una que pueda abrirse hacia los requerimientos sociales y nacionales, tal como ha ocurrido con el mejor legado de nuestro pensamiento latinoamericano, enraizado hist贸ricamente en la afirmaci贸n del nosotros y proponiendo alternativas frente al statu quo que pongan en juego la capacidad comunitaria para trastocar un estado an贸malo de cosas. Estamos obviamente aludiendo a intelectuales que no solo dejen de entrar en connivencia con los distintos factores concentrados de poder sino que, adem谩s, apoyen cr铆ticamente a gestiones p煤blicas como las del presente, en su estrecha correlaci贸n con los movimientos civiles y los bloques nuestroamericanos; pues ya hemos dejado atr谩s la 茅poca en que la universidad era, de facto, la 煤nica casa de la esperanza para orientar el desarrollo auton贸mico de sociedades dependientes como las nuestras. En suma, creo que estamos viviendo en un contexto auspicioso, de mucha efervescencia y aglutinamiento popular, m谩s all谩 de tantas intrigas destituyentes y m谩s all谩 de que pueda volver a triunfar, ocasionalmente, alg煤n golpe de Estado de los llamados blandos. Mientras tanto, la lucha, que sigue siendo 鈥渃ruel y mucha鈥.
Entrevista originalmente publicada en